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Promover el diálogo y la tolerancia, incluyendo las campañas de concientización, entre los propios parlamentarios y parlamentarias, para abordar la discriminación y la exclusión derivada de la orientación sexual y la identidad de género.
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Apoyar y respetar la privacidad de los parlamentarios y las parlamentarias LGBTI, a menudo una pequeña minoría en el parlamento, que podrían estar sufriendo discriminación, estigmatización o acoso y, por lo tanto, podrían no atreverse a declarar su condición LGBTI.
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Confrontar a los parlamentarios y las parlamentarias que abogan por acciones o un lenguaje discriminatorio y excluyente, y tomar medidas concretas para contrarrestar esas acciones.
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Pedir a organizaciones como Parlamentarios para la Acción Global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otros organismos relevantes asistencia técnica y la articulación de oportunidades de contacto con parlamentarios y parlamentarias de otros países que también luchan por la igualdad y la no discriminación. Los parlamentarios y las parlamentarias pueden beneficiarse de las experiencias de países vecinos y aquellos de su región para ayudar a desarrollar argumentos y ofrecer ejemplos exitosos concretos de reconocimiento de los derechos humanos de las personas LGBTI.