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Cuando una niña se convierte en esposa, las consecuencias son para toda la vida, tanto para la vida de la niña, como para sus hijos y su nación. Cada año, 15 millones de niñas contraen matrimonio en todo el mundo. Actualmente, alrededor de 720 millones de mujeres contrajeron matrimonio o iniciaron una unión antes de cumplir 18 años. El matrimonio infantil se extiende a través de los países, las culturas, las religiones y las etnias. Si en un futuro próximo no se reduce, para 2050 se habrán casado 1,2 mil millones de niñas.

El matrimonio infantil surge de la desigualdad de género y el bajo valor atribuido a las niñas, y es acrecentado por la pobreza, la inseguridad y los conflictos. Priva a las niñas de sus derechos y socava las numerosas prioridades de desarrollo. A fin de acabar con el matrimonio infantil será necesario realizar acciones sostenibles, a largo plazo, en diferentes sectores. Un marco jurídico y político sólido para prevenir el matrimonio infantil y apoyar a las niñas esposas debe ser la base de los esfuerzos gubernamentales para hacer frente a la práctica.

Los miembros del Parlamento se encuentran en una posición privilegiada para diseñar, promover e implementar tal marco, dentro y fuera de sus fronteras. Pueden impulsar el desarrollo de legislación y políticas pertinentes, establecer agendas políticas como líderes de opinión sobre la erradicación del matrimonio infantil, aprobar presupuestos, supervisar su aplicación y asegurar la rendición de cuentas de compromisos nacionales e internacionales, incluidas las responsabilidades gubernamentales para alcanzar la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en materia de erradicación del matrimonio infantil, antes del 2030. Pueden garantizar que se escuchen las voces de los ciudadanos, especialmente las de las niñas, a fin de movilizar la voluntad y el compromiso político para acabar con el matrimonio infantil.

Sin embargo, con frecuencia se subestima a los miembros del Parlamento como agentes e impulsores fundamentales del cambio. Este manual provee ejemplos y recomendaciones concretos sobre cómo los parlamentarios pueden adoptar medidas al respecto. También, promueve la colaboración con organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el tema. Lo exhortamos a sumarse al movimiento mundial para terminar con el matrimonio infantil y esperamos que este manual le sea de utilidad para tomar las medidas pertinentes. Consideramos que al establecer una asociación fructífera y duradera con parlamentarios comprometidos, podemos trabajar juntos por un mundo en el que las niñas y las mujeres disfruten de una condición de igualdad a la par de los niños y los hombres.

Le deseamos mucho éxito en sus esfuerzos para acabar con el matrimonio infantil y hacer realidad los derechos de cada niña.