Kenia es un país abolicionista de facto, no ha llevado a cabo una ejecución desde 1987. El país condenó a muerte a al menos 12 personas, pero no llevó a cabo ninguna ejecución en 2018.
Al menos 158 personas siguen condenadas a muerte. Si bien Kenia ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) en 1972, aún tiene que ratificar su Segundo Protocolo Facultativo destinado a abolir la pena de muerte (PIDCP-OP2).